domingo, 2 de octubre de 2011

El primer gol olímpico

Hace 87 años, un 2 de octubre de 1924, el futbolista argentino Cesáreo Onzari anotó el primer gol olímpico de la historia. Esto ocurrió en un encuentro amistoso entre las selecciones de Argentina y Uruguay, que venía de ser campeona en los juegos olímpicos de París.

Otra particularidad de este partido es que fue el primero en ser transmitido por la radio. A continuación, más detalles sobre este partido doblemente histórico.



Hace 87 años, más de 30,000 personas fueron testigos de un hecho que se transformó en un hito del fútbol mundial. Cesáreo Onzari, un puntero izquierdo que jugaba en el club Huracán, marcó un gol directo desde el tiro de esquina. Fue en un amistoso de Argentina frente a Uruguay, flamante campeón olímpico. La novedosa conquista dejó huella y, desde entonces, cada gol convertido como "Onzari a los olímpicos" pasó a denominarse gol olímpico.

En esa época todavía no existían los campeonatos mundiales de fútbol y la competencia más importante eran las Olimpiadas. Por lo tanto, luego de la consagración de Uruguay en los Juegos Olímpicos de París de 1924, el clásico rioplatense acrecentó su fama. Apenas llegaron los olímpicos a Montevideo, se organizaron dos amistosos con Argentina. El primero se jugó el 21 de setiembre en Montevideo y finalizó 1-1.

Se logró organizar otra revancha para el jueves 2 de octubre y se tomaron varias medidas de seguridad. Entre ellas, cercar el campo de juego con un alambrado de un metro y medio de alto, que desde entonces pasó a llamarse alambrado olímpico.



Otra vista del gol de Onzari
Onzari, a los 15 del primer tiempo, anotó el mítico gol. Igualó Cea a los 29 y Tarasconi aumentó a los ocho del segundo. Argentina ganó 2-1, pero el partido no terminó porque el equipo uruguayo se retiró faltando cuatro minutos, debido a que el público los empezó a agredir con piedras y botellas.

Más allá de las acciones violentas, los testigos destacaron el gol de Onzari. El diario La Nación logró la palabra del árbitro: "Tengo la seguridad de haber actuado a conciencia, en ningún momento dejé de cumplir mi misión en la forma en que entendía debía hacerlo. Prueba de ello, los goles que sancioné, el primero de los cuales directamente de un córner, aún cuando esa nueva disposición del reglamento oficial no nos ha sido comunicada a los referees de la Asociación Uruguaya de Football". La Razón le dedicó un párrafo especial asegurando que hacía 15 días se sabía de la nueva reglamentación y que "esta sanción se ha producido en una oportunidad propicia y que será recordada siempre".

Una semana después se disputó la revancha en Buenos Aires. La cancha de Sportivo Barracas tenía capacidad para 40,000 espectadores, pero la expectativa del encuentro superó todos los cálculos: se vendieron 42,000 entradas. Apenas iban cuatro minutos cuando el árbitro decidió suspender el partido debido a que el publico invadió la cancha de juego.
 

Cesáreo Onzari

Lo cierto es que la regla fue modificada por la International Board el 14 de junio de 1924 permitiendo el gol de tiro directo desde el córner. Antes de eso el reglamento establecía que no era válido un tanto conseguido directamente de un saque de esquina.

Sin embargo existen otras versiones de que este no sería el primer gol olímpico. Según el historiador deportivo Jorge Gallego, el primer futbolista en el mundo en lograr el gol directo de córner fue el escocés Billy Alston en un partido de la Segunda División de su país, el 21 de agosto de 1924, aunque el hecho no tuvo ninguna repercusión internacional y por eso fue olvidado.

Libros:

"El fútbol a sol y sombra" (1995). Libro del escritor uruguayo Eduardo Galeano. Es un libro en el cual Galeano le hace un homenaje al futbol, y por lo tanto le dedicó unas páginas al gol olímpico. Sobre este tema Galeano escribió:

"Cuando la selección uruguaya regresó de la Olimpíada del 24, los argentinos le ofrecieron un partido de festejo. El partido se jugó en Buenos Aires. Uruguay perdió por un gol.

El puntero izquierdo Cesáreo Onzari fue el autor de ese gol de la victoria. Lanzó un tiro de esquina y la pelota se metió en el arco sin que nadie la tocara. Era la primera vez en la historia del fútbol que se hacía un gol así. Los uruguayos se quedaron mudos.

Cuando consiguieron hablar, protestaron. Según ellos, el arquero Mazali había sido empujado mientras la pelota venía en el aire. El árbitro no les hizo caso. Y entonces mascullaron que Onzari no había tenido la intención de disparar a puerta, y que el gol había sido cosa del viento.


Por homenaje o ironía, aquella rareza se llamó gol olímpico. Y todavía se llama así, las pocas veces que ocurre. Onzari pasó todo el resto de su vida jurando que no había sido casualidad. Y aunque han transcurrido muchos años, la desconfianza continúa: cada vez que un tiro de esquina sacude la red sin intermediarios, el público celebra el gol con una ovación, pero no se lo cree".

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